Los orígenes del Porcelaine son bastante controvertidos y su particular localización en las regiones a caballo entre Francia y Suiza, ha hecho proponer la hipótesis, sostenida obviamente por los cinófilos helvéticos, que se trata justamente de una raza de origen suizo. Más verosímil es la teoría según la cual el Porcelaine y el Sabueso suizo serían dos razas descendientes del antiguo perro de San Huberto blanco de Lorena el cual, debido a posteriores cruzamientos, es también el progenitor de los Perros blancos del Rey. Por lo tanto, su origen es muy antiguo hablándose, ya a comienzo del siglo XVII, de esta raza de pelo blanco que fue presentada por primera vez en la exposición canina de París, en 1889, obteniendo un buen éxito entre el público. Lamentablemente en la actualidad, es bastante rara.